Los problemas de salud que se observan en las fechas festivas, de las cuales tratará el siguiente tema son diversos. Estos pueden surgir principalmente por dos causas, primero, por el exagerado énfasis que se le da a experimentar estas festividades de forma exacervada, gastar todo el dinero posible para hacer feliz a la familia, alimentarse hasta estar extasiado y por supuesto, alcoholizarse para no notar el cambio inconsciente de emociones por las cuales pasamos y queremos finalmente olvidar; o segundo, porque el estrés generado se acumula con enfermedades previas, depresiones enterradas, situaciones traumaticas, muertes, soledad, pobreza, que puede incluso terminar en un suicidio, sí, en navidad.
El fin de un año puede ser bastante
complicado para la mayoría de la población, de la cual el 20% sufre de una
depresión en estas fechas. Sentir que no se han logrado las expectativas que se
propusieron, la presión de los compromisos previos, el estar sin compañía, son
factores que generan comúnmente lo que se denomina “síndrome navideño”, llamada
depresión temporal, disminución de la apatía, aumento del estrés y la angustia.
Se vive una real manía navideña,
las emociones suben y bajan sin control, la euforia experimentada por las
emociones “buenas”, van de la mano con las del otro polo, con las emociones como
la melancolía, la tristeza y la rabia. La manía hace que los individuos
exageren con las decoraciones, pongan tantas luces como sea posible, compren la
mayor cantidad de regalos, inviten a todas las personas que conozcan a su casa,
pero aún con todo esto se sienten vacíos, sin experimentar una verdadera alegría
por compartir con los demás.
Suicidio en navidad
En Junio
y en diciembre existe un mayor numero de suicidios que en los demás meses del
año, pero pese a que coincide con las fecha no se atribuye el incremento por
estas mismas, aún asi, los eventos estresantes,
a los que se les otorga importancia, son factores relevantes. El fin del ciclo
escolar y trabajo, navidad, año nuevo, discapacidades, enfermedades crónicas,
aislamiento social, problemas económicos, son todos factores que hay que tomar
en cuenta. Por ejemplo, si la motivación es
económica, puede ligarse a la fecha el hecho de no poseer el dinero para
aportar con una navidad “esperada”, socialmente adaptada a la del resto.
Navidad: “¿paz y amor o estrés y consumismo?”
Título llamativo para una fecha tan
esperada, que no debería ser encontrado en estas fechas festivas, pero
lamentablemente, abunda en internet. Es una realidad
vivida por todo el planeta, en especial en los sectores occidentales y a quienes
los asecha el consumismo. Uno de los factores que hace predominar el estrés en
estas fechas es precisamente la frase cliché que todos utilizamos: el “espiritu
navideño”. En diciembre aumenta un deseo por conservar a la familia y amigos
cerca, por estar contento e irradiar felicidad con la familia, llegando a un punto
de no permitírsele a las personas sentirse nostálgicas, tristes o incluso estar
en un estado emocional plano, y lo más importante de todo, llevando
inconscientemente a las personas a gastar y gastar, incluso más de lo que sus
bolsillos les permiten, fomentando y facilitando el endeudamiento con el fin de
que no falten los regalos, aumentando esta obligación imaginaria.
La presión
que se ejerce por los medios de comunicación, por las llamadas telefónicas, los
regalos, la cena, la junta familiar, son precisamente aquellos factores
relevantes que hacen aumentar la ansiedad y el estrés en cada individuo. El estrés se ve
incrementado por ser fin de año, por ser invierno en otros sectores del mundo,
(lo cual incrementa notablemente la depresión), por la falta de dinero
suficiente para sostener a la familia, y un plus, darle a esta misma lo que la
sociedad exige que debe recibir.
Las tasas de
depresión se incrementan sustancialmente en estas fechas, con una notoria alza
de julio a diciembre, especificamente en el último mes del año, en el que la
economía decae, la energía y las ganas por expresarse con júbilo también, la
familia está cansada pero los niños ensimismados con la cultura esperan recibir
todo aquello que la televisión indica, regalos 2x1, cenas abundantes, paseos en
bicicleta, encuentro con toda la familia, etc. La televisión es un impulsor
claro de consumismo, que inculca cada acción que debemos realizar y
expresar, incluso, la manera en que debemos enfermarnos.
En internet se
encuentran diversos articulos, Facebook y otros medios masivos dan cátedra de
como la gente debe atravesar estas fechas: “cómo enfrentar la navidad”, “cómo
superar el estrés”, “la depresión post navidad”, “la depresión pre navidad”, “cómo
enfrentar la nostalgia que inunda a la familia y a los integrantes mas longevos”,
los mismos medios nos dicen como sobrevivir a la navidad, el mes más feliz
del año.
Por otra parte, hay
algunos que indican que la depresión se produce después, en los meses de enero
y febrero, cuando la producción se detiene (vacaciones en el trabajo, lo cual
implica una menor cantidad de responsabilidades) y las personas tienden a
entrar en un proceso de producción de pensamiento que está inmensamente
influenciado por aquellos producidos en las fechas festivas, las cuales traen
emociones fuertes, como la melancolía, un
estado anímico en el que Según Freud “predomina una desazón profundamente dolida,
una cancelación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad
de amar, la inhibición de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de
sí que se exterioriza en auto reproches y autocastigo”.
Otros problemas,
inherentes a la navidad, son los relacionados con la excesiva ingesta de comida
que se vivencia durante estas festividades. Existe una locura por comer, se
rompen dietas y se comen cosas fuera de lo común, especialmente alimentos altos
en grasas y azucares, los cuales traen diversas molestias físicas cómo
indigestiones, acidez estomacal y digestión lenta. Pero las dolencias con
respecto a la ingesta, no sólo son en relación a los alimentos, también alarma
el aumento en el consumo de alcohol. Durante la navidad es común que las
personas consuman diversos tipos de alcohol, incluso existen algunos
tradicionales de la época, cuyo consumo llega a ser casi una obligación.
El consumo elevado de
alcohol, sobre todo cuando es fuera de lo común, como sucede en la navidad,
puede producir problemas a la salud como un aumento de los triglicéridos,
gastritis, pancreatitis, elevar la presión arterial o incluso llevar a una
intoxicación que puede producir la muerte. También es importante mencionar los
problemas con los pares, que puede traer el consumo, como lo son las peleas, o
los accidentes de tránsito producidos por personas bajo la influencia del
alcohol.
La cultura en la que
vivimos relaciona el consumo de alcohol con las celebraciones, pero no es sólo
consumido por las personas que se sienten felices, también se acostumbra a
consumir cuando se siente lo opuesto, cuando se siente triste, y como esta
celebración tiene diverso sabor para cada persona, el consumo de alcohol es muy
alto.
La navidad lleva consigo
problemas asociados directamente con la salud, siendo los más importantes, los
relacionados con la salud mental. Esta festividad ha sido asociada comúnmente
con sentimientos positivos, lo normalmente denominado como “espíritu navideño”,
lo cual implica un ánimo especial asociado a la fecha, sentir felicidad, ganas
de compartir en familia y de mantenerse en un estado positivo, lo que no
siempre es posible debido a las enormes presiones que esta festividad incluye.
Las preparaciones, inherentes a esta fiesta, son vividas como obligaciones
inconsciente por la mayoría de las personas, adornar la casa, comprar regalos,
preparar la cena, son cosas que generan el estrés que provoca la mayoría de los
problemas de salud mental que surgen en la navidad.
La nostalgia junto con la
alegría propia de la navidad y año nuevo, la tristeza por situaciones anteriores
que hayan marcado la navidad o se recuerden específicamente en esta fecha,
lleva a que haya una mezcla entre sentimientos dulces y amargos, en la que
además se llama a realizar un proceso de producción del pensamiento donde se insta a recordar, recordar a la familia, personas que ya no están, rivalidades
formadas, relaciones que finalizaron o comenzaron, nacimiento de hijos, todas
situaciones que por una u otra razón han marcado a las personas y que suelen
resurgir en estas fechas claramente provocan una alteración emocional
importante, sumado también al aumento de estrés general en la población, al
consumismo que se ve en cada esquina y se escucha en cada palabra, a la
sensación de que todo debe de realizarse dentro de una fecha límite, que puede
expirar, explica que sea una fecha llena de conflictos, donde cada persona
reacciona de manera distinta y en la que se necesita de mucha fuerza.
Consideramos muy
importante ser consciente de todas estas problemáticas para así poder
prepararse mentalmente para enfrentar una fecha tan cargada de energía y
sentimientos. El tener presente que es una festividad más, que es inventada e
impuesta, y que todas estas obligaciones que nos imponemos están en
nuestra mente y en nuestra realidad social será de mucha ayuda para poder dejar atrás todas las dificultades
que trae la navidad. Relajarse y tomarse con calma los preparativos y las
presiones nos permitirán sacar el mejor provecho de esta fecha que difícilmente
dejara de ser celebrada pronto.
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